domingo, 27 de abril de 2014

Que impacientes son los camareros, oye...

Os escribo desde una hermoso café de Brasov, al lado de la Universidad. He acabado aquí porque la cafetería de Bran a la que suelo ir está cerrada (al parecer, la hija de la dueña se casa, y todo el pueblo ha ido a la boda, menos Gabriel y yo). Tampoco estoy con él, por supuesto, porque ayer tuvimos la "Gran Pelea". Mi ordenador no cogía el wifi de la casa, y, como ni Dorin ni Mircea estaban en casa, pensé que quizás Gabriel me podría ayudar. Está claro que me equivocaba. Entré en su cuarto y le pedí ayuda. 
- Estoy trabajando. No puedo- dijo, sin ni siquiera mirarme a la cara. 
Acto seguido solté el portátil en la cama y comencé a gritarle. Sinceramente, no me acuerdo exactamente de qué fue lo que le dije, pero estoy segura de que no fue demasiado bonito. Pero necesitaba decírselo, y no me arrepiento de haberlo hecho. 
Al principio, cuando llegué a Bran, me alegré muchísimo de tenerle cerca. Me parecía un chico estupendo: guapo, atento, listo y maduro. Pero creo que ahora he descubierto por fin como es: borde, despreocupado y creído. Al principio estábamos tan bien, y míranos ahora...Así que me he llevado el chasco de mi vida, y, después de haberlo soltado todo, me siento un poco vacía. 
¡Ah! ¡Tengo otra cosa que contaros! El "chico misterioso" está en mi clase de Psicología. Se llama Traian, y lo sé porque se ha sentado al lado mía en clase. Habla un ingles un poco raro, pero es simpático, y no le ha importado ponerme al día en las clases. 
Otra cosa que me ha dado un mal sabor de boca ha sido lo que le ha pasado a Helena el viernes: se emborrachó hasta tal punto que acabó tirada en la calle. Por la mañana, una señora la ayudó a levantarse y pudo volver a casa. Ha cortado con su novio, y creo que no ha salido de casa en todo el finde... Me encantaría poder hacer algo más por ella que hablar un cuarto de hora por teléfono...
Así que en resumen, estoy mal por lo de Helena, bastante bien por haber conocido a Traian y rara por haberle dicho a Gabriel todo lo que le he dicho. 
Me he terminado el café hace rato, y el camarero lleva un rato mirándome. Creo que  está esperando a que me vaya de aquí de una vez...

jueves, 24 de abril de 2014

El sarcasmo como medio de vida.

¡Hola a todos! Llevo mucho tiempo sin escribir porque ha sido Pascua y cuando no estaba ayudando a Anastasia a buscar chocolate, estaba viendo las fotos que me enviaba mi madre de pasos. Sí, mi madre es una enamorada de la Semana Santa, todo lo contrario que yo. Pero bueno, ya he ido otra vez a clase y como no puedo salir de casa porque está cayendo una tormenta, he decidido escribir.
La primera parte de las vacaciones estuve muy tranquila, Gabriel se fue a Italia a ver a su familia y yo me concentré en aprender rumano (¡¡¡¡¡¡ya sé decir frases enteras!!!!!!!).
Y cuando llegó, el viernes, va y me dice: dicen mis amigos que eres muy simpática. Y sonríe sarcasticamente.
En ese momento me planteé si me convenía meterme en peleas, y cómo no vi ningún motivo por el que no, contesté: que pena que no se pueda decir lo mismo de don ''soy tan guapo que el resto del mundo está por debajo mía''. Y ahí acabó todo, se me quedó mirando (no sé si los italianos hacen eso del mal de ojo, espero que no) y se fue. Y llevamos días sin hablarnos, pero mejor así, porque tengo tantas cosas que decirle que acabaría llorando y todo.
Pues eso, que hago amigos en Rumanía y enemigos en el resto de Europa, Helena estaría orgullosa de mí.
Mañana tengo clase en el edificio de Psicología, y según he averiguado, es el edificio donde siempre veo a mi amigo. (no sé su nombre todavía, así que al contrario de lo que muchos pensais, SOLO ES UN AMIGO.)
Bueno, me despido, que se acaba de ir la luz y Anastasia quiere que le ayude a hacer algo, no sé exactamente el qué, pero dijo algo de ''În Evul Mediu au făcut ...'' A saber.

lunes, 7 de abril de 2014

Un italiano y un rumano.

¡Hola a todos! He estado un poco ocupada este tiempo. Creo que en esta semana he avanzado más en mi investigación que en todo el tiempo que llevaba aquí en Bran, pero eso os lo contaré en otro momento, porque la verdad es que ahora estoy un poquito cabreada. He descubierto que Gabriel es realmente un idiota, además de bastante convenido y a veces incluso maleducado. En otra situación me hubiese aguantado, porque claro, es el típico chico italiano de anuncio de colonia, que no le habrán llevado la contraria en su vida, está claro que muy humilde no iba a ser el chaval. Pero hoy ha sido la gota que ha colmado el vaso. Estábamos en la universidad y me acerqué a él para pedirle mis apuntes (se los había dejado la noche anterior porque faltó a una de las clases más importantes). Me dirigí a él y no me di cuenta de que estaba con dos amigos (italianos perfectos también) y rodeado de chicas de otras clases. Me miró mal y me dijo descaradamente que me fuese de allí. Pues si que estaba ocupado, oye. Última vez que le dejo nada.
La única cosa positiva de el día ha sido que al volver a la pastelería (los bizcochitos que compré eran toda una delicia), me he encontrado con el chico que vi en la universidad y en el castillo. Estuve apunto de chocarme con él y tirarle el café caliente encima, menos mal que mi equilibrio no me falló. Empezó a hablarme en rumano, y después en inglés, supongo que fue al ver mi cara de "no me estoy enterando de absolutamente nada". Tampoco me habló mucho, me preguntó que si era del pueblo, que por qué estaba aquí y que qué estudiaba, poco más, pero me fui a casa bastante contenta, no sé por qué. 

miércoles, 2 de abril de 2014

Y conseguí un coche...

Al fin he conseguido alquilar un coche. Me ha llevado bastante tiempo, pero por suerte Gabriel me ha ayudado. Ahora hay un Audi blanco aparcado frente a la casa. La verdad es que está bastante bien, y ahora no necesito que Gabriel me lleve, porque era un rollo: no estamos en las mismas clases y tenemos horarios distintos. Él todavía no ha llegado, y en parte me alegro, porque sinceramente no tengo ganas de verle. Hoy por la mañana ni siquiera me ha mirado, y ha pasado de mí el resto de el día. No sé que le pasa, es bipolar: unos días se porta genial y otros me dan ganas de escupirle en la cara. 
Ayer por la tarde hablé con mi madre por Skype. Fer no estaba en casa, así que hablé con más comodidad (no soy muy abierta con Fer). Me ha contado que van a hacer un viaje en Semana Santa a Cádiz. Creo que están aprovechando que no estoy para irse de viaje. En verdad me alegro, porque desde que nací mi madre no ha ido de vacaciones, al contrario que Fer, que siempre está viajando. 
También hablé con Helena por teléfono, y creo que está haciendo de todo menos estudiar. Ya se ha echado novio, oye. 
La verdad es que no tengo mucho más que contar, salvo que he ido a la pastelería y me acabo de comprar esto:
Le voy a preguntar la receta a la pastelera y pasársela a mi madre. Están buenísimos...