sábado, 24 de mayo de 2014

Días maravillosos.

¡Buenas noches a todos!
Ayer tuve por fin mi primer examen. Fue sobre la historia de Rumanía, y aunque el tema me lo sabía, me costó bastante pasarlo todo al inglés en 75 minutos que nos daban. Pero bueno, salí contenta.
Para celebrar mi primer examen, hoy Traian me ha invitado a hacer un picnic en el jardín de su casa. Estaba muy nerviosa, pero ahora que estoy tumbada en la hamaca de Dorin, creo que ha sido un día genial. Os cuento:
Fui sobre la una (aquí comen temprano) y tuve que esperar un rato a que me abrieran la puerta del enorme castillo. Cuando ya pensaba irme, salió Traian con una camiseta azul. Nunca lo había visto tan informal. Me dio dos besos en la mejilla y me dijo que lo siguiera. Yo, aparte de mirarle, no podía dejar de hacerle fotos al jardín del castillo. Era precioso, enormes árboles adornaban el camino, y al final, había un pequeño claro con un laguito. Traian extendió una manta de cuadros escoceses y se sentó. Cuando por fin dejé de hacer fotos al paisaje, me senté con él. Acto seguido sacó unas pequeñas fiambreras con fresas y una ensalada. La comida fue bastante agradable, me contó anécdotas de su infancia y me reí mucho. Decía que cuando se enfadaba, salía corriendo y se metía en el lago a nadar. Yo creí que me estaba mintiendo, es decir, un niño de 7 años que se pone a nadar en octubre en Rumanía, muere del resfriado. Pero cuando me prometió que no me estaba mintiendo, me lo tuve que creer.
Al final hemos quedado en que la semana que viene vamos a ir a nadar juntos. Tengo muchas ganas de ir, la verdad. Mi madre dice que estoy aprovechando bien el viaje desde que me peleé con Gabriel, y creo que tiene razón.
Aquí os dejo algunas fotos del paisaje. Până la o altă zi!





jueves, 15 de mayo de 2014

¡A por la séptima taza de café!

Antes de contaros nada, buenas noches queridos lectores. 

Hoy ha sido uno de esos días que merecen ser contados. Al salir de la Universidad, Traian ha aparecido y me ha invitado a comer en un restaurante muy bonito. Nos hemos sentado en una terraza llena de flores y ha sido muy... romántico. 
Veréis, nunca he salido con ningún chico, a pesar de que ya soy mayorcita. He tenido amigos, eso sí, tampoco muchos, pero nada en serio. Siempre he pensado que es que no estoy hecha para mantener una relación en serio, quizá sea porque pido demasiado de un chico, no lo sé. No me gustan esas relaciones tontas que duran dos semanas como mucho, porque me parecen un desperdicio de tiempo y solo traen disgustos y gastos en botes de helado.
Pero hoy... bueno, a ver, tampoco es que me haya propuesto matrimonio, pero me ha dicho que ha tenido mucha suerte de encontrarse conmigo. Dice que le entiendo. Y yo... yo creo que él me entiende. 

Después de comer hemos ido a mi casa para estudiar un poco más (creo que esta cantidad de exámenes no es buena para la salud, llevo ya seis cafés...), y en vez de estudiar hemos acabado hablando de nuestras vidas. Bueno, yo sabía algo de la vida de Traian, pero hoy me he enterado de más cosas (lo que es un logro, porque a veces se lía a decir nombres de sitios y de personas en rumano como un poseso):
La familia de Traian heredó el castillo de sus antepasados, antiguos reyes rumanos. Lo hicieron visitable, trabajando ellos como guías del castillo, aunque sin mostrar la parte del castillo en la que viven. Esto me ha sorprendido, porque aunque no sabía exactamente dónde vivía, no me imaginaba que fuese a ser en un castillo. La otra cosa que me ha dicho es que es hijo único, y que sus padres son muy poco permisibles. Me ha perdido perdón por no haber estudiado nunca en su casa, pero es que dice que no puede traer amigos a su casa. Vaya familia más rara. 

Cuando se fue Traian, todo lo interesante de mi día se acabó. He estado estudiando desde entonces. Espero aprobar...

domingo, 11 de mayo de 2014

Entre libro y libro

¡Buenas tardes a todos! Hace bastantes días que no escribo, pero tranquilos, todo tiene una explicación. He descubierto que esta carrera es más difícil de lo que yo pensaba, y he estado varios días encerrada en mi cuarto o en la biblioteca hincando los codos, como se suele decir. Quiero sacar buenas notas en los exámenes y no quedarme atrás, porque esto de que las clases sean en inglés lo pone todo un poco más complicado. A pesar de que he estado bastantes días trabajando, no es lo único que he hecho.

Me ha dado tiempo a conocer y salir con los amigos de Mircea, que por cierto parece ser el chico más maduro y simpático de la casa. Quizá sea porque Gabriel es un experto en mirarte con mala cara y en hacerte sentir culpable. He estado apunto de pedirle perdón cinco veces, pero viendo su actitud se me han quitado las ganas.

También he estado algunos días con Traian. Es muy simpático. E inteligente. Y gracioso. Y divertido. Y buena persona. Y amable. Muy amable. Y por si fuera poco, guapo. Todo esto ha hecho que cada vez me guste más pasar el rato con él. Es adorable ver como intenta traducir las bromas rumanas al inglés literalmente, y la cara que se le queda cuando no lo consigue. Aunque la verdad es que mi inglés tampoco es para tirar cohetes.
Las primeras veces quedamos para estudiar, comprar libros, buscar información en las bibliotecas de otros pueblos y cosas así. Pero últimamente nos pasamos tardes enteras recorriendo el pueblo. Es como si tuvieses un guía personal que te lleva a los sitios perdidos que nunca encontrarías por ti misma. Y la mayoría de esos lugares son preciosos. La verdad es que ahora mismo todo es perfecto.